Zamioculca

Luz

• Ubicación: Se adapta bien a condiciones de luz baja, aunque también puede tolerar luz brillante e indirecta. Evita la luz solar directa, ya que puede quemar las hojas.

Riego

• Frecuencia: Riégala cuando la parte superior del sustrato esté seca. Generalmente, esto significa regar cada 2-4 semanas, dependiendo de la temperatura y la humedad. Es crucial no excederse en el riego, ya que la Zamioculca es susceptible al encharcamiento.

Humedad

• Ambiente: Es muy tolerante a la humedad baja, por lo que no requiere un ambiente muy húmedo. Sin embargo, si vives en un lugar muy seco, puedes rociar las hojas ocasionalmente.

Temperatura

• Condiciones: Prefiere temperaturas entre 18-24 °C (65-75 °F). Evita las corrientes de aire frío y los cambios bruscos de temperatura.

Fertilización

• Nutrición: Fertiliza cada 4-6 semanas durante la primavera y el verano con un fertilizante líquido equilibrado. No es necesario fertilizar en otoño e invierno.

Poda

• Mantenimiento: La Zamioculca no requiere mucha poda. Puedes eliminar hojas amarillentas o muertas según sea necesario.

Plagas y enfermedades

• Atención: Es bastante resistente a plagas, pero vigila la presencia de cochinillas y pulgones. Si encuentras alguna, puedes limpiarlas con un paño húmedo o usar un insecticida suave.

Reproducción

• Propagación: Se puede propagar a través de esquejes de hojas o dividiendo los rizomas, aunque la reproducción puede ser más lenta.